Llevar a cabo una boda vintage es algo más que comprar un vestido de novia de décadas atrás o lucir un vestido de mediados del siglo XX.
Se trata de canalizar la gracia y la elegancia de una época pasada, y lo más importante; es rendir un homenaje al pasado.
Cuando se trata de bodas vintage, se trata de contar una historia, cada pieza, tiene su propia historia y cuando lo juntas todo, pinta una imagen hermosa y muy singular.
El vestido.
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Si aún no tienes un vestido vintage o no logras encontrar uno de tu agrado, prueba por visitar las tiendas en los centros comerciales de tu alrededor, si eso no funciona, dedica unos días en buscar en varias tiendas virtuales que se especialicen en vestidos vintage.
No te olvides de la presentación de la mesa.
Una de las formas más encantadoras de darle un toque vintage a tus mesas es incluir una combinación de platos, en lugar de un solo lugar que sea igual para todos. Recoge cubiertos y vajilla viejos (la plata siempre es una excelente opción) y se ve más hogareña e íntima. Las botellas vintage como jarrones le dan un toque encantador al igual que las grandes bandejas plateadas.
